Están atrapados desde el día 2.

Sandra Palencia, profesora de Historia en el Instituto Los Moriscos de Hornachos, no podrá incorporarse hoy a clase. Natural de Cáceres y activista de la Asociación Paz, Igualdad y Solidaridad Internacional Unadikum, lleva una semana retenida en Gaza junto Pablo Santana, un joven desempleado de 23 años procedente de Almendralejo, y otros cinco compañeros de Madrid, Cádiz, Almería, Italia y Estados Unidos por el cierre indefinido del cruce de Rafah, el paso fronterizo entre la Franja de Gaza y Egipto.

Sandra y Pablo llegaron a la zona el pasado 24 de diciembre como miembros de las brigadas internacionales de Unadikum para ayudar en la protección de los campesinos y pescadores palestinos, donde ejercen de “escudos humanos” para disuadir el ataque de los israelíes contra la población que reside en el sur de la Franja de Gaza.

Según Unadikum, actualmente Gaza vive “una situación de emergencia” debido al bloqueo y asedio del régimen sionista israelí. Hay que comprar el agua potable y escasean medicamentos, material quirúrgico –los filtros de las maquinas de diálisis se reciclan hasta en cinco ocasiones cuando lo normal es que sean de un solo uso– y combustibles, lo que ha obligado a racionalizar la electricidad.

Los activistas de Unadikum acompañan a los palestinos y les cubren con su cuerpo mientras trabajan para evitar que les ataquen. “Las autoridades israelíes se cuidan mucho de disparar a los internacionales y si lo hacen no tiran a dar, sino para asustar”, indica Sandra. La intención de los activistas era pasar allí unos días durante las vacaciones navideñas y regresar después, pero el cierre indefinido de la frontera se lo impide.

Egipto cerró el cruce de Rafah el pasado mes de septiembre después de dos ataques con coche bomba lanzados cerca del lugar contra el personal de seguridad (en los que murieron al menos seis personas) pero los activistas pudieron acceder a la zona porque el paso permaneció abierto temporalmente del 24 al 27 de diciembre.

Según ha explicado la profesora, tras la presión ejercida desde el exterior y las embajadas, es posible que las autoridades egipcias les permitan hoy el paso para regresar a España, pero no confían demasiado ya que otras veces les han dicho que podrían cruzar y finalmente las autoridades egipcias no se lo han permitido.

“Si finalmente abren el border, será solo para que los activistas que hemos insistido podamos cruzar, porque la frontera se ha cerrado de manera indefinida”, apunta Sandra, que recuerda que 1,8 millones de personas seguirán quedando allí retenidas y que probablemente, muchas no puedan salir nunca. “Eso es lo que de verdad nos preoucupa”, apunta la activista.

Periodico Extremadura

https://islamstory.com/es/artical/16622/gaza-palestino