Durante ese periodo, el hemisferio sur del continente americano fue escenario de 157.000 homicidios de los 437.000 casos en el mundo. 

 

Honduras registró 90,4 homicidios por cada 100.000 habitantes, Venezuela (53,7) Belice (44,7), El Salvador (41,2) y Guatemala (39,9), según el informe, ocuparon los primeros cinco puestos del ranking mundial de homicidios. 

 

El jefe regional de la oficina antidroga de las Naciones Unidas, Antonio Mazzitelli, sostiene que la particular estructura de las pandillas y la presencia de organizaciones narcotraficantes extranjeras, entre ellas las bandas mexicanas y colombianas, coadyuvaron en el triste liderazgo de Honduras. 

 

México y Colombia, con 21,5 y 30,8 homicidios por cada 100.000 habitantes, respectivamente, son otros países latinos que sufren altos niveles de violencia de esta índole. 

 

Anteriormente, Mazzitelli había advertido sobre el aumento del crimen organizado en México, que ya ha pasado del mero tráfico de droga a una función superior que incluye la explotación mafiosa del territorio. 

 

A su juicio, los altos niveles de asesinato en América Latina también se deben a la impunidad y el uso cotidiano de armas.