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Hay un grupo de recomendaciones y modales que se deben de tener en consideración para quien quiera hacer...
Hay un grupo de recomendaciones y modales que se deben de tener en consideración para quien quiera hacer el Hayy, para que haga sus ritos de la forma legítima y para que su Hayy sea aceptado.
El primero de estos modales y recomendaciones que el peregrino debe de tener es la intención de peregrinar para satisfacer a Al-lah, Enaltecido Sea, y conseguir la recompensa en la Otra vida, de modo que tiene la intención sincera completamente para Al-lah, Enaltecido Sea, y no realiza el Hayy por ostentación ni busca la buena fama por ello. Pues la intención sincera es la base de las obras y una condición para que las obras sean aceptadas. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Al-lah con sinceridad} [Corán 98: 5].
Y El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: "Las obras dependen de las intenciones; y cada uno tendrá según su intención."[Al Bujari y Muslim]
Si el musulmán quiere realizar el Hayy, tiene que rezar Istijarah a Al-lah, Enaltecido Sea, no sobre el Hayy en sí, porque todo el Hayy es una bondad, sino sobre el tiempo adecuado, la compañía adecuada y la condición adecuada de la persona y los otros asuntos que el Istijarah incluye. La Istijarah consiste en rezar dos Raka‘at (pl. de Rak‘ah) voluntarias y luego, suplicar a Al-lah, Enaltecido Sea, usando la súplica conocida de la Istijarah. También, es favorable pedir el consejo a las personas, en cuya religiosidad, conocimiento y experiencia confía.
Y el peregrino tiene que arreglar su relación con Al-lah, Enaltecido Sea, a través del arrepentimiento sincero de todo pecado y desobediencia, y tiene que arreglar su relación con la gente cumpliendo sus derechos, devolviendo los depósitos a sus propietarios, y pagando las deudas o pidiendo permiso de sus dueños.
También, uno de esos modales es que el musulmán escriba su testamento antes de viajar -ya que el viaje expone a la persona a los peligros y a las dificultades-, clarificando en ello lo que debe y lo que se le debe, y recomendando a su familia y compañeros temer a Al-lah, Enaltecido Sea.
Y tiene que elegir para su Hayy un dinero ganado lícitamente, ya que Al-lah, Enaltecido Sea, Es Bueno y no Acepta sino lo bueno, por lo tanto, un motivo de rechazar la súplica por parte de Al-lah, Enaltecido Sea, es ganar el sustento ilícitamente.
También, tiene que aprender los juicios del viaje, del Hayy y de la ‘Umrah, preguntando acerca de lo que no entiende de ellos, de modo que sepa las condiciones del Hayy, sus deberes, pilares y sus actos favorables, para que adore a Al-lah, Enaltecido Sea, en base del conocimiento y no cometa lo que invalida su Hayy o reduce su recompensa. Y para lograr eso, puede llevar lo que necesita de los libros y cintas que clarifican los juicios de Hayy, acompañar a los ‘Ulama’ (eruditos) y a la gente de experiencia acerca de los ritos y sus tiempos y lugares.
También, el peregrino debe elegir la buena compañía, la cual le ayuda si se pone débil frente a alguna tentación, le hace recordar si olvida, le ordena hacer el bien y le prohíbe hacer el mal. Y debe evitar la compañía de los malvados que no respetan las Cosas Inviolables de Al-lah, Enaltecido Sea, ni glorifican Sus ritos, pues si no les evita, le harán perder los tiempos más nobles en vano.
También, debe mantener en práctica los modales y las súplicas del viaje, de modo que dice la súplica del viaje, hace Takbir (decir Al-lahu Akbar [Al-lah Es más Grande]) cada vez que sube alguna altura, y glorifica a Al-lah, Enaltecido Sea, (decir Subhan Al-lah [Glorificado Sea Al-lah]) cada vez que baja en un valle. También, dice la súplica que conviene con cada lugar, además de los otros modales y súplicas mencionados en los libros de los ‘Ulama’. Y si son un grupo, tienen que elegir a uno de ellos como líder y obedecerle en lo que no implica desobediencia a Al-lah, Enaltecido Sea.
También, uno de los modales que el peregrino tiene que tener en consideración es guardar la lengua lejos de lo que Al-lah, Enaltecido Sea, Prohibió, como la murmuración, el chisme, el insulto, la discusión diciendo lo falso. También, debe evitar mirar lo que Al-lah, Enaltecido Sea, Prohibió mirar.
El peregrino tiene que temer a Al-lah, Enaltecido Sea, y glorificar las cosas inviolables de Al-lah, Enaltecido Sea. Y que no regrese de su Hayy cargado con los pecados.
La mujer musulmana tiene que mantener el cubrimiento de su cuerpo y la castidad, y debe evitar las cosas siguientes: Mostrar sus adornos ilícitamente, destaparse el rostro, mezclarse con los hombres y apretujarse con ellos. También, tiene que aprender los juicios del Hayy relacionados con las mujeres y preguntar acerca de lo que no entiende.
También, el peregrino tiene que ser misericordioso y amable con sus hermanos peregrinos a través de cuidar su comodidad, dirigir a quien se desvíe entre ellos, enseñar al ignorante entre ellos, alejarse de todo lo que les daña y tener paciencia con lo malo que hacen algunos de ellos, además de poner en práctica las otras buenas morales y virtudes.
También, tiene que preocuparse por rezar las oraciones obligatorias a tiempo en congregación con el resto de los musulmanes, y tiene que evitar rezarlas fuera de su tiempo concretado.
¡Hermano peregrino! Sepa que lo que le apoya a mantener estos modales es sentir la gloria del tiempo y del lugar de estos ritos, ya que esto ayuda más a ejecutar los ritos humildemente y con glorificación hacia Al-lah, Enaltecido Sea, Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta en español): {Sabed que respetar los ritos de Al-lah dimana de la piedad de los corazones.} [Corán 22: 32].
Y recuerde también que son pocos días y rápidamente pasan, así que aproveche el tiempo y los segundos en lo que le pueda ayudar a acercarse a Al-lah, Enaltecido Sea. Pedimos a Al-lah, Enaltecido Sea, que nos Dé éxito en cumplir el Hayy con la forma que Le satisface, y que nos Haga de los aceptados y triunfadores.
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Creemos en todos los Nombres y los Atributos de Al-lah que son mencionados en el Corán y en los Hadices auténticos del Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, sin negarlos, ni desposeerlos de cualquier sentido, ni entenderlos con sentido antropométrico, ni interpretarlos con sentido figurado.
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