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El valor de difundir la paz entre los individuos de la sociedad. El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) compara la preferencia que el ser humano tiene ante Su Señor y también en su sociedad, con el grado de actitud pacífica en sus tratos
El valor de difundir la paz entre los individuos de la sociedad. El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) compara la preferencia que el ser humano tiene ante Su Señor y también en su sociedad, con el grado de actitud pacífica en sus tratos.
Ÿâbir (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo un hombre se acercó al profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) y le dijo ¡Mensajero de Al-lâh!, ¿Cuál es el mejor de los musulmanes A lo que el Mensajero de Al-lâh respondió “Es aquel de quien los musulmanes están a salvo de que los dañe con su lengua y con su mano” ([1])
No obstante, el profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) no se limitó a establecer estos valores sociales muy refinados para solucionar el problema de la violencia y el terrorismo, pero también fijó algunas prohibiciones que cierran la puerta ante la violencia en la sociedad, y difunden el espíritu del amor y la misericordia. El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) prohibió la violencia en el trato con las mujeres. Aîâs Ibn Abulˑlâh Ibn Abî Dhobâb narró que el Mensajero de Al-lâh dijo “No golpeéis a las siervas de Al-lâh” ‘Omar se dirigió al Mensajero de Al-lâh y le dijo “Las mujeres desobedecen a sus maridos y los tratan brutalmente” y en esta situación el profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) les permitió golpear a ese tipo de mujeres – pero sin violencia- Luego muchas mujeres se dirigieron a la familia del Mensajero de Al-lâh quejándose de sus maridos, ent onces el profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), dijo “Muchas mujeres se dirigieron a mi familia quejándose sus maridos. Esos maridos NO SON los mejores de vosotros” ([2])
El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) también prohibió la violencia con los siervos y le dijo a Abî Mas’ûd Al Ansârî cuando vio golpeando a un siervo suyo “¡Entiende, oh Abu Mas’ûd! Que ciertamente Al-lâh tiene más poder sobre ti que tú sobre este siervo”. Abî Mas’ûd miró hacia la voz y vio que era el Mensajero de Al-lâh. ¡Mensajero de Al-lâh! Lo liberaré por la faz de Al-lâh, a lo que el profeta comentó “Si no lo hubieras hecho, el fuego habría de tocarte! ([3])
El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) prohibió el matar y el derramamiento de sangre sin justo motivo, clasificando este acto como uno de los pecados más graves, basándose en la aleya que dice [Y no matéis a nadie que Al·lâh haya hecho inviolable a menos que sea por derecho (con justo motivo).] (TSQ, Sura 17, Al-Isrâ´ El Viaje Nocturno Aleya 33).
Luego se concentra en aclarar la gravedad de este crimen para que sea rechazado y repudiado por las almas, mediante el hadiz en el que dijo “Si los habitantes de los cielos y de la Tierra hubiesen compartido –derramar- la sangre de un creyente, Al-lâh les habría echado de caras en el Fuego” ([4]). La participación de los habitantes de los cielos y de la Tierra en derramar la sangre de un solo hombre, es un deleito muy grave para el Señor de los Mundos, por el que merecen ser echados en el fuego.
También prohíbe aterrorizar a las personas y además intenta prevenir y evitar todos los motivos que conducen a eso. Dijo “Aquel que amenaza a su hermano con un arma de hierro – aunque sea hermano por parte del mismo padre y madre-, será maldecido por los Ángeles.” ([5])
Eso es una afirmación sobre la inviolabilidad del musulmán y la prohibición severa de aterrorizarle o causarle daño. Esa prohibición es tanto para el musulmán como también para el no musulmán. Un ejemplo de ello es cuando Zaîd Ibn Su’na que era judío, vino al profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) pidiendo una deuda que le debía. Zaîd agarró la camisa del profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) mirándole en los ojos con cara dura y diciéndole “¡Mohammad! ¡Acaso no me vas a pagar mi dinero! Vosotros, hijos de Abdul Motaleb, sois personas que demoran en pagar sus deudas. Yo sé perfectamente de vosotros. Zaîd Ibn Su’na dijo “Miré hacia ‘Omar Ibn Al Jattâb, y lo encontró enfurecido a tal punto que sus ojos estaban rodeados de un círculo rojo, luego miró hacia mí y me dijo “¡Oh, enemigo de Al-lâh, ¡cómo dices eso al Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), y cómo haces eso! Por Aquel que le envió con la verdad, si no fuera por temor de perder su complacencia, hubiera golpeado tu cuello con mi espada. Todo eso y el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), contemplaba a ‘Omar en silencio, luego le dijo ¡Oh, Omar! hubiéramos esperado de ti otra reacción. Ordenarme pagarle la deuda debida en tiempo, y ordenarle el buen trato al pedir su dinero. Ve con él ‘Omar, págale su dinero y además dale el peso de veinte Sa’ de dátiles por aterrorizarle. ([6]) Sa’ es una medida antigua
Así como prohibió aterrorizar a la gente incluso si fuese de broma. Abdul Rahmân Ibn Abî Laîla (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo que estaban caminando con el profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam), y uno de ellos se durmió, algunos hombres del grupo se acercaron a él y de repente tomaron una cuerda –bromeando con él- que estaba con el hombre y este último se espantó. El profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) les dijo “No es permisible que un musulmán aterrorice a otro” ([7])
En una sociedad como esa, ciertamente el ser humano vive en tranquilidad y seguridad, sin embargo quedarán siempre aquellos humanos cuyas almas son insanas y no pueden controlar sus caprichos si no fuera por las legislaciones y leyes fijadas. Estas últimas son las que refrenan a todo aquel cuya alma estimula a aterrorizar a la sociedad, o violar el marco de la conducta sana.
De estas legislaciones se encuentran las siguientes
El castigo de Al-Qasâs o la pena de muerte por homicidio.
El castigo de Al-baghî o el paso de los límites y corrupción en la tierra.
El castigo de Hiraba o la propagación del desorden en el país con todos los delitos consiguientes.
Al·lâh, Enaltecido y Glorificado dice -lo que podemos traducir como- [El pago para los que hagan la guerra a Al·lâh y a Su Mensajero y se dediquen a corromper en la tierra, será la muerte o la crucifixión o que se les corte la mano y el pie contrario o que se les expulse del país. Esto es para ellos una humillación en esta vida, pero en la Última tendrán un inmenso castigo.] (TSQ, Sura 5, Al-Mâ´ida La Mesa Servida Aleya 33).
El Mensajero de Al-lâh aplicaba rotundamente estas legislaciones porque el asunto se relacionaba con la seguridad y paz de la sociedad.
La solución profética del problema de la violencia y el terrorismo no era solamente para la sociedad musulmana interna, sino que se extendió para adecuarse a las relaciones entre los musulmanes y no musulmanes. El Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) siempre buscaba las maneras más pacificas y tranquilas en el trato con los oponentes, incluso en estado de guerra, y constantemente ordenó a sus líderes diciéndoles...no matéis a un viejo, a un niño, a un muchacho, ni a una mujer [8]
Así como procuraba evitar la guerra en la medida de lo posible. Alî Ibn Abî Taleb (que Al-lâh Esté complacido con él) dijo que cuando el Mensajero de Al-lâh (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) le entregó la bandera en la batalla de Jaîbar, le dijo “Sigue despacio hasta que llegues a su tierra, invítalos al Islam e informales de sus deberes. Por Al-lâh que si Él guiara a través de ti a tan sólo un hombre, sería mejor para ti que un camello rojizo” Y el camello rojizo, en aquel tiempo, era el más apreciado entre los árabes. [9]
Es la grandeza del profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) que luchó contra todos los tipos de la divulgación del desorden y contra todo acto que amenazara la seguridad y aterrorizara a las personas inviolables, incluso los actos de terrorismo, de propagación de la corrupción o del desorden y todos los actos que difunden el terror y el temor en la sociedad, aterrorizan a las personas protegidas impidiéndoles tener una vida tranquila que les habilita a cumplir con un buen califato en la Tierra mediante la edificación y la reforma en un ambiente lleno de paz, seguridad y tranquilidad.
([1])Muslim, El libro de la creencia (Imaan Fe), parte sobre aclarar el favoritismo en el Islam y sus mejores asuntos en el Islam (42), At-Tirmidî (2504), Ahmad (6792), Abu Ya’lî (2273)
([2])Abu Daoûd El libro del Matrimonio, asunto sobre golpear a las mujeres (2146), AlDârmî (2219). Husaîn Sâlem Assad dijo que su cadena de narradores es de confianza. Al Hakim (2765) y dijo que verificó a los narradores pero no lo transmitió
([3])Muslim, El libro de la creencia, Parte sobre acompañar a los Mamalik y la enmienda de golpear a un esclavo (1659), Abu Daoûd (5159), At-Tirmidî (1948), Ahmad (22404) , Al Bujârî La educación singular (171) y At-Tabarânî El Gran Diccionario (683)
([4])At-Tirmidî lo transmitió de Abî Saîd Al Jedrî El libro de las compensaciones, parte sobre la ley concerniente a derramar sangre (1398), y dijo que es un hadîz raro. Al Hakim (8036), Al Albanî lo corrigió Consulte El auténtico el colector (5247)
([5])Muslim lo transmitió de Abû Horayra El libro de la Benevolencia, las Relaciones, la Educación. Parte sobre la prohibición de amenazar con armas a un musulmán (2616). Ibn Habân (5944).
([6]) Ibn Habân El libro de la Benevolencia. Parte sobre la sinceridad y ordenar lo reconocido y prohibir lo repudiable (288). Al Hakim (2237) y dijo es un hadiz auténtico respecto a la cadena de sus narradores pero no lo transmitió. Adhahabî dijo en El Compendio Es un hadiz Morsal (Hadiz Morsal es el que fue narrado por los seguidores de los compañeros del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) sin que su cadena de narradores incluyera a uno de los compañeros del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam) que relató el hadiz directamente de él)
([7])Abû Daoûd El libro de la Educación, parte de tomar el asunto a bromas (5004). Ahmad (23114), El Albânî lo corrigió, Consulte el libro de El objetivo mayor (447)
([8])Abû Daoûd lo transmitió de Anas Ibn Malek El libro de la Lucha, parte sobre el llamamiento a los incrédulos al Islam (2614). Al Baîhiqî Las gran tradiciones (17932) ibnu Abî Shaîba El justo auxiliador. 6483
([9])Al Bujârî lo transmitió de Sahl Ibn Sa’d El libro de la Lucha y la marcha, parte sobre el favor de aquel a través del cual se guía a un solo hombre (2942), (4210). Muslim El libro de los favores de los compañeros del Profeta (sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam). Parte sobre los favores de ‘Alî Ibn Abî Taleb. (2406)
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